lunes, 27 de noviembre de 2006

Año 2001

Bueno, después de todo, no siempre se puede ser uno mismo. Lo cierto es que la realidad se esconde en este instante en el que la verdad se muestra. Pero no encuentro momentos distintos, no encuentro momentos claros cuando las realidades que me encuentro están enredadas en esta sorpresa de no ser.

Un espiral, por definici6n, no puede nunca ser un laberinto. Pero ¿cómo se puede definir mejor un laberinto en el que hay un único enredado camino y sólo hay una entrada que es, a la vez, salida? Un espiral es, siempre, un laberinto.

Descubrir el engaño en cada frase que intenta quitarnos de nuestro camino. Ya lo dijo alguien "don't let them change you, or even rearrange you" (Bob Marley)

Todo repetido como espejos estúpidos que obligan al mundo a la mediocridad.

Cambio.

Toda mi memoria por un instante de saber qué quiero en la vida,

O todo mi porvenir por un recuerdo que no duela tanto.

O todas mis risas por una única y verdadera risa,

O todas mis lágrimas por una lágrima de felicidad,

O toda mi desesperanza por la pequeña mentira de que mañana voy a estar mejor,

O al menos que se me permita cambiar todas mis tristezas por una auténtica tristeza.

Por las mañanas, a veces, en ciertas mañanas que se parecen demasiado a la soledad, me encuentro pensando en algunas verdades, como quien piensa en el futuro, sabiendo lo inútil de pensar en el futuro. Me sorprendo hablando con la distancia que hay entre mí y mí, es decir, la verdad que hay en cada espejo, que siendo siempre falsa parece decir siempre verdades, siempre la piel saliendo de la piel, como si los espejos pudieran nombrar alguna de mis virtudes, alguno de mis defectos, sabiendo que los espejos son solo lo visible, son solo vidrio queriendo ser algo que es. Un espejo será siempre una versión de la realidad, pero nunca la realidad. Un retrato pintado dice mas sobre mí que mi imagen reflejada en un vidrio invisible.

No hay comentarios.: